EL PRECIO DE LA SOJA SIGUE EN CAÍDA: EL PODER DE COMPRA LLEGÓ A NIVELES DE 2006

En una semana clave, las cotizaciones por la oleaginosa cayeron en picada afectando los precios locales. El precio disponible sobre el mercado local se negocia a valores constantes en niveles de julio del 2019.

En una semana crucial para el mercado de la soja, las cotizaciones de la oleaginosa cayeron drásticamente en Chicago, impactando los precios locales. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el precio disponible en el mercado local se negocia a valores constantes, equiparables a los niveles de julio de 2019.

Con menos de un mes para el inicio oficial de la campaña comercial de soja en Norteamérica, el informe mensual de oferta y demanda del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) trajo sorpresas que sacudieron el mercado. “Las nuevas revisiones sobre las proyecciones para la campaña venidera tomaron de sorpresa al mercado, que no esperaba stocks finales tan holgados como los anunciados por el organismo. La campaña global 2024/25 tendría una producción récord, estimada en 428,7 millones de toneladas, y la relación stock/consumo más importante del siglo, reafirmando las apuestas del mercado que descuentan en precios una abundante cantidad de suministros disponibles”, destacó el informe.

En consecuencia, durante la última semana, el contrato con mayor volumen operado registró una pérdida del 4%, alcanzando mínimos nominales desde septiembre de 2020. En dólares constantes, el poder de compra de una tonelada de soja en Chicago no había sido tan bajo desde octubre de 2006.

El escenario actual contrasta notablemente con los últimos tres años, cuando los precios promedios superaban los USD 500 por tonelada. Más allá de la abundante oferta actual y proyectada, uno de los principales factores que influyen en la dinámica de precios es China, el principal comprador mundial de soja. Las especulaciones sobre un resurgimiento de la “guerra comercial” entre China y Estados Unidos disminuyen la presión de demanda sobre los porotos estadounidenses. Además, la significativa liquidación de vientres porcinos en China provocó una reducción importante en la demanda de harina de soja, en un contexto de elevados niveles de stocks almacenados en los puertos chinos.

“A esto se suma la debilidad en los precios de la harina y el aceite de soja, que cayeron un 2% y un 14% mes a mes, ejerciendo aún más presión sobre las cotizaciones del poroto”, apuntó el informe.

Además, la apuesta bajista de los administradores de fondos especulativos en Chicago se intensificó. Según estimaciones de Refinitiv, esta semana podría culminar con un nuevo récord, rompiendo la marca del 16 de julio pasado, con una posición netamente vendida en soja de más de 200.000 contratos, equivalentes a 27 millones de toneladas.

En septiembre, con el inicio de la cosecha en el hemisferio norte, la presión estacional de oferta hará que los precios de exportación en Estados Unidos se tornen más competitivos que los sudamericanos. Esto ya se refleja en las cotizaciones FOB del Golfo de México, que hoy se posicionan USD 11 por tonelada por debajo de los precios FOB Paranaguá, Brasil. En este sentido, el precio FOB por soja embarcada en el Golfo de México estuvo por debajo de los niveles actuales en seis de los últimos diez años, lo que sugiere la posibilidad de un mayor ajuste vía precios.

La respuesta del mercado local

Las últimas dos semanas fueron decisivas para el mercado interno de soja en Argentina. Con un cambio radical respecto al escenario del año pasado, las cotizaciones locales cayeron junto con la dinámica internacional, en un contexto de mayor oferta argentina durante la campaña 2023/24. Las fuertes caídas en las cotizaciones FOB de los puertos argentinos de soja y sus derivados generaron un resentimiento significativo en el margen exportador, operando con grandes pérdidas debido a la dinámica comercial interna.

Los márgenes ampliamente negativos, a diferencia de lo experimentado en abril y mayo, limitan el poder de compra del sector exportador para ofrecer mejores condiciones comerciales en el mercado interno. Así se concreta una tendencia que se vislumbraba desde principios de año. Sumada a la dinámica de la inflación local, la caída en las cotizaciones llevó a que el poder de compra de una tonelada de soja en Argentina sea el más bajo desde julio de 2019.

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